La ley de Pareto y la Gestión del tiempo en investigación

David Alcántara, Junio 2012

Un buen sistema de gestión del tiempo me debe permitir alcanzar los objetivos que me proponga. No sólo hemos de hacer la tareas que me permitan alcanzar mis objetivos, sino también aquellas con las que consiga una alta productividad. Aquí es donde encontramos realmente valor en el principio de Pareto.

El principio de Pareto es también conocido como la regla del 80-20 y recibe este nombre en honor a Vilfredo Pareto, quien lo enunció por primera vez. Según la ley de Pareto o ley del 80/20, aplicada a la gestión del tiempo, el 20% del tiempo empleado produce el 80% de los resultados y el 80 % del tiempo produce solo el 20% de los resultados. Esta ley es especialmente cierta cuando la aplicamos a las publicaciones científicas, donde normalmente inviertes más tiempo lidiando con editores y revisores (80%), y esperando a que se publiquen, que escribiendo tus resultados.

Estas cifras no son exactas y pueden variar, siendo también conocidas su variante 90-10 (el 10% del tiempo empleado produce el 90% de los resultados). Su aplicación reside en la descripción de un fenómeno y, como tal, es aproximada y adaptable a cada caso particular.

Por lo tanto, según la ley de Pareto, debemos de centrarnos en el 20% de las tareas que nos producirán el 80% de los resultados. Esto significa que si tienes una lista de diez cosas para hacer en el laboratorio, dos de esas cosas van a tener el mismo valor que las ocho cosas restantes todas juntas. Es un interesante descubrimiento.

Cada una de esas tareas puede o no llevarnos el mismo tiempo para ejecutarlas. Pero una o dos de ellas van a aportar cinco o diez veces más valor que cada una de las demás. Casi todas las tareas de laboratorio producen un resultado rápido de observar y controlar por lo que es fácil concentrarnos en ellas. Desafortunadamente otras como la publicación de un artículo de investigación, son tan necesarias hoy en día que tenemos que tomar esta excepción de la ley como regla.

Las tareas más valiosas que puedes realizar cada día son, habitualmente, las más difíciles y más complejas. Pero la recompensa por completar estas tareas eficientemente puede ser muy importante. Por esta razón, tienes que evitar ponerte a trabajar en actividades del 80% inferior hasta que las actividades correspondientes al 20% superior estén completamente hechas.

Por eso, antes de empezar a hacer algo, yo siempre recomiendo que te preguntes, "Esta tarea, ¿Está en el 20% de mis actividades de mayor valor, o en el 80% inferior?"

Los investigadores productivos se disciplinan a sí mismos para empezar con las tareas más importantes que tienen frente a ellos. Tu capacidad para elegir entre lo que es importante y lo que no (es decir, tener o no una buena gestión de tu tiempo) determina, en una gran medida, el éxito en tu vida y tu trabajo.

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1 comentario:

  1. He reflexionando sobre esto en diferentes momentos durante el último año, pero leerlo en frases de otra persona, me ayuda a comprenderlo mejor y a tomar la determinación de priorizar las tareas que realmente me darán ese 80% de resultados. Gracias! me resulta muy util.

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