Einstein y su decálogo para la productividad

Comenzamos una nueva serie sobre grandes científicos y sus hábitos de gestión del tiempo con el que puede que sea el hombre de ciencia más conocido de la historia, Albert Einstein.

Nacido el 18 de marzo de 1879 en la localidad alemana de Ulm, desde muy pequeño se sintió atraído por la ciencia, en buena parte por el estímulo recibido por parte de sus padres. Durante su adolescencia y juventud Einstein se mostró muy crítico con un sistema educativo que se sustentaba en la memorización en lugar de en el razonamiento. Ésto hizo que sus calificaciones no fuesen para nada brillantes, incluso llegó a suspender el primer examen de ingreso a la Universidad Técnica de Zurich. Durante su etapa universitaria tampoco fue un alumno ejemplar y tras graduarse y no conseguir trabajo como profesor, comenzó a trabajar en la oficina de patentes de Berna.

Einstein solía bromear con el hecho de que el trabajo rutinario en la oficina de patentes le daba mucho tiempo libre para elaborar sus teorías físicas. De hecho, muchas de sus grandes teorías, como el efecto fotoeléctrico, la teoría de la relatividad especial y su famosa ecuación e = mc2, surgieron durante esta etapa de su vida.

A esta broma se le podría aplicar la descripción del fenómeno conocido como serendipia, que consiste en descubrir algo cuando se está realizando una tarea que no tiene relación ninguna. Según algunas fuentes, la serendipia podría explicarse con la existencia de “dos cerebros”, el ascendente y el descendente. La mente ascendente favorece el pensamiento a corto plazo, la toma rápida de decisiones y analiza el entorno inconscientemente, mientras que la descendente se encarga de la autoconciencia, la reflexión, la deliberación y la planificación. Cuando liberamos momentáneamente a nuestro cerebro consciente de la resolución de un problema, puede que nuestro inconsciente haga saltar la chispa que dé con la solución.

De hecho, aunque su entusiasmo por la física era total, Einstein dedicaba bastante tiempo al descanso y al ocio. Dormía unas diez horas (más siestas) y paseaba unos 45 minutos diarios.

Como hemos comentado anteriormente, Einstein le daba mucha importancia durante su trabajo a la imaginación y creatividad, siendo esta una de las claves de su éxito. ¿Qué técnica mental empleaba Einstein para llegar a sus conclusiones? Podemos decir que elevó a la categoría de arte la realización de experimentos mentales, basados en preguntarse a sí mismo “¿Qué pasaría si…?”. Por ejemplo, para su teoría especial de la relatividad se preguntó qué vería uno si viajase a velocidades cercanas a la de la luz y para la teoría general de la relatividad imaginó estar montado sobre la fuerza de la gravedad, apreciando que en un una caída libre no sentiría dicha fuerza.

Aunque la vida de Einstein esté llena de grandes descubrimientos, también probó el amargor del fracaso. Como muestra de ello, murió sin conseguir unificar su teoría de la relatividad con los principios de la mecánica cuántica.

Como resumen, a partir del trabajo de Einstein podemos extraer estos consejos para ser más productivos en vuestra labor de investigación:


1. Apasiónate por tu trabajo.
En una carta a su hijo, Einstein le dio el siguiente consejo: "Estoy muy contento de que halles placer en el piano (…). Toca al piano principalmente lo que te guste, aunque la profesora no te lo asigne. Esa es la mejor manera de aprender, cuando estás haciendo algo con tal disfrute que no te das cuenta de que el tiempo pasa. Yo estoy a veces tan enfrascado en mi trabajo que se me olvida la comida a mediodía…".

2. Planifica tu día.
Con ello conseguirás tus metas y tendrás un mayor control sobre tu vida. Todos conocemos su famosa frase “Dios no juega a los dados, tiene un plan”.
Una buena forma de comenzar con ello es hacerte un planning diario con las tareas a realizar.

3. Establece tus prioridades.
“Somos más productivos cuando nos concentramos en un muy pequeño número de proyectos a los que podemos dedicar una gran atención”, llegó a decir el genio alemán.
Estaría bien que del planning diario del punto 2 eliminases las acciones menos trascendentes para tu trabajo.

4. Optimiza tu tiempo.
No lo malgastes con tareas inútiles e innecesarias. No es necesario trabajar durante jornadas interminables para ser productivo, solo hay que aprovechar bien las horas de trabajo.
En una ocasión le preguntaron cuántos pies había en una milla. Él le respondió que no lo sabía, ya que evitaba perder el tiempo llenando su mente con datos que podría consultar en un libro en cualquier momento.

5. Mantén tu mente despejada y libre de distracciones.
En 1915, cuando estaba a un paso de concluir su teoría general de la relatividad, Einstein decidió hacer un paréntesis en su trabajo para solucionar un problema matrimonial.
También llegó a decir que no jugaba a nada porque cuando terminaba de trabajar no quería realizar tareas que requieran el trabajo de su mente.

6. Confía en tu equipo y aprende a delegar tu trabajo.
Déjate ayudar por aquellas personas en las que hayas depositado tu confianza, pero escoge bien, ya que como dijo Einstein: “Aquel que es descuidado con la verdad en asuntos pequeños no puede ser confiable en asuntos importantes.”

7. Trabaja duro.
Según Einstein “El trabajo es lo único que le da sustancia a la vida”. Si ves que un problema es demasiado complejo, no te atasques, afróntalo e intenta dividirlo en problemas más pequeños.

8. Descansa todo el tiempo que necesites e incluye el ocio en tu rutina diaria.
Pasea, haz deporte, lee, escucha música, socializa, etc. Si en algún momento de vuestro trabajo te encuentras estancado, tómate un tiempo para relajarte. Es posible que la respuesta esté más cerca de lo que crees.

9. Dale rienda suelta a tu imaginación a la hora de enfocar el problema.
Intenta visualizarlo desde diferentes perspectivas y que la creatividad se apodere de ti, tal y como hacía el bueno de Albert con sus experimentos mentales.

10. No tengas miedo a equivocarte.
El fracaso forma parte de la vida del investigador, así que procura aprender todo lo posible de él para seguir creciendo.

Referencias
Escrito por Jesus Serrano del Fresno para mastiempoparainvestigar.com

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