Entrevista al Profesor Jordi Bascompte

David Alcantara, Abril-2014

Hace poco tuvimos la suerte de poder entrevistar al Prof. Bascompte para nuestra web e intercambiar opiniones sobre la gestión del tiempo en sus quehaceres científicos.

Jordi Bascompte (Olot, Gerona, 1967) es doctor en Biología por la Universidad de Barcelona (1994). Realizó dos estancias pos doctorales en la Universidad de California, en Irvine (EEUU), entre 1996 y 1997, y en el National Center for Ecological Analysis and Synthesis, también de la Universidad de California, en Santa Bárbara (EEUU), entre 1998 y 1999. En 2000 entró como científico titular en la Estación Biológica de Doñana (CSIC), en Sevilla, donde en la actualidad es profesor de investigación. En 2004 obtuvo, en su primera edición, el European Young Investigator Award (Premio EURYI). En 2007 recibió el premio George Mercer de la Ecological Society of America al mejor artículo en ecología publicado en los dos años previos por un investigador menor de 40 años. En 2010 fue elegido miembro del comité editorial de la prestigiosa revista científica Science, convirtiéndose en el único español hasta ese momento del equipo encargado de revisar los artículos científicos en el Board of Reviewing Editors. Sus líneas de investigación se centran en redes ecológicas.


¿Podría comentarnos un poco acerca de su actividad científica?
Las especies dependen unas de otras mediante diferentes tipos de interacciones, como por ejemplo las interacciones de beneficio mutuo entre las plantas que producen flores y sus polinizadores. Estas interacciones forman redes complejas. Mi investigación estudia hasta qué punto la arquitectura de dichas redes afecta a su robustez y funcionamiento. Es lo que denominamos la arquitectura de la biodiversidad. Para ello combinamos diferentes aproximaciones como el trabajo de campo, los análisis de grandes bases de datos y desarrollos teóricos.

¿Ha encontrado alguna dificultad o problema para llegar a ser quien es (académicamente hablando) a día de hoy?

No, nunca he tenido la sensación de haber encontrado una dificultad grande. La vocación es un motor muy poderoso.

¿Cambiaría algo de su trayectoria hasta el día de hoy?

Esta es siempre una pregunta tramposa ya que a posteriori uno tiene muchas más información que a priori y los detalles del desarrollo de una carrera (no así el tema general) son muy contingentes. La trayectoria de uno es una mezcla de decisiones más o menos afortunadas amplificadas o disminuidas por el azar. En resumen, estoy moderadamente satisfecho de mi trayectoria.

¿Cuáles son los factores que encuentra más importantes para alcanzar el éxito en el mundo de la investigación?

Yo destacaría la pasión, una pasión casi enfermiza, rayana en la obsesión. Este es el gran motor que mueve las vocaciones y el factor común a todos los grandes científicos que he tenido la dicha de conocer. A eso añadiría la imaginación y la independencia. Imaginación para plantearse las grandes preguntas y para abordarlas de forma novedosa. Independencia, para poder seguir esta agenda sin interferencias o imposiciones.

¿Considera que ha empleado su tiempo de la mejor manera? En otras palabras, ¿cuenta con un plan global de gestión del tiempo?

Siento que es una pregunta muy difícil de responder ya que una parte muy importante de la investigación, como el juego, se basa en explorar y tomar decisiones porque sencillamente te placen. Es una visión poco compatible con un carácter de utilidad u optimización. Pero el éxito va parejo a un incremento en los compromisos. A partir de un momento uno ya no puede gestionar las cosas como hasta entonces. Es un período estresante hasta que uno acepta una nueva fase. Es aquí cuando conceptos como “plan global de gestión del tiempo” empiezan a tener sentido.

¿Cómo planifica normalmente su trabajo? ¿Establece una lista de tareas o metas diarias a realizar?

Sí, establezco tareas diarias e intento combinarlas con otras tareas a medio y largo plazo. Se trata de un diálogo entre estos tres niveles. Si te dejas llevar por las tareas diarias no harás otra cosa. Intento compartimentalizar mi jornada laboral en diferentes tareas como la gestión y administración y la investigación.

¿Cómo establece prioridades en su trabajo?

Me aproximo a las tareas como los círculos concéntricos que se forman al arrojar una piedra sobre el agua. El primer nivel es mi grupo, mi prioridad principal. En segundo lugar, mis colaboraciones con colegas cercanos. Finalmente el resto de la comunidad científica. Cuando tengo periodos con una gran carga de trabajo intento reducir mis tareas de fuera a adentro. A menudo veo colegas que invierten este orden, pero para mí es vital dedicarme al grupo de investigación. En segundo lugar, antes de aceptar una invitación intento visualizar cuan relevante es y cuan interesado estoy en ello. En general hay que intentar mantener tu propia agenda en lugar de trabajar en la agenda de otros. Esto significa ser muy cuidadoso al escoger los temas en que trabajar, las colaboraciones, o las invitaciones a escribir un artículo o dar una charla. Supone, esencialmente, decir que no continuamente.

¿Se ha sentido alguna vez sobrepasado por una elevada carga de trabajo?

Mucho, como decía a partir de un umbral que llega de repente, casi sin aviso. Desde entonces, esto es un continuo al que uno tiene que enfrentarse con una política de gestión de su tiempo.

¿Conoce algo acerca de alguna técnica de gestión del tiempo especialmente útil para la investigación?

Sentido común, saber lo que uno quiere y saber decir que no. Educada pero firmemente. No dejar que lo urgente se coma a lo importante. Pensando en las grandes preguntas. Un ejemplo práctico es aprender a controlar el e-mail. En los últimos años he pasado de verlo continuamente a hacerlo en momentos predeterminados del día. A partir de una hora cierro el e-mail hasta la mañana siguiente. Cosas como esta se traducen en un incremento grande del tiempo disponible para hacer ciencia. Otro ejemplo es planificar bien el tema de una reunión y acotar su duración.

¿Considera que podría incrementar su productividad científica a través de una buena gestión del tiempo?

Hasta cierto punto, sí. Como decía antes, uno ha de tener tiempo para vagar por las orillas de la ciencia. Así que juntando estas dos tendencias diría que una buena gestión del tiempo sería aquella que me permitiera salvar algo de tiempo cada día para pensar o escribir.

 ¿Ha aplicado alguna vez alguna de estas técnicas en su día a día?

Tiendo a hacerlo en los últimos años, especialmente desde el nacimiento de mi hija. En ese momento, la cantidad de tiempo dedicada al trabajo ha menguado considerablemente, lo que me obliga a ser muy organizado para intentar continuar al frente de nuestra investigación sin renunciar a mi vida familiar. He empezado por renunciar a los viajes y la mayoría de reuniones.

DA: ¡Muchas gracias por su tiempo y suerte en sus investigaciones!

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